INTRUSISMO ALIMENTARIO. NO DEJEMOS MORIR AL MUNDO RURAL
El sector ganadero, agricultor y el de la caza exigen medidas reales para cambiar el modelo agrícola y ganadero actual y reflotar los pueblos de la España vaciada.
En las recientes manifestaciones en Madrid frente al Ministerio de Agricultura, y en la Comunidad de Valencia, demostraron su indignación por valor el alto coste energético que tienen que soportar y que puede llevar al traste a muchas empresas del sector. El requerimiento desesperado de las organizaciones por la baja rentabilidad en sus explotaciones debido a los costes de producción, fue exigir leyes adecuadas y que el Gobierna en lugar de dar subvenciones, defienda sus intereses en Bruselas.
Jesús Julio Carnero, Consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, citó el borrador del Plan Hidrológico Nacional, las campañas contra el azúcar y la carne y exigió que Europa “ levante las restricciones, dentro de la PAC, que no permiten tener todo el campo cultivado” , lo que evidencia un desinterés absoluto del Gobierno de Sánchez.
Protesta de agricultores en Madrid. Marzo 2022EL digital VoZpopuli publicó en marzo 2022 un articulo dando unas estadísticas de la Seguridad Social sobre el sector agrícola, ganadero y pesquero que pone los pelos de punta.
De 99.503 empresas que estaban registradas en la Seguridad Social en febrero, bajaron a 91.947. Lo que equivale al cierre de 7.556 empresas.
Creo que las organizaciones rurales se equivocan al invocar al Gobierno para que los defienda en Bruselas. Olvidan que existe un poder mucho mayor que el del Gobierno, que debería ser tenido en cuenta, el de los consumidores directos.
La globalización y los monopolios están condicionando los hábitos de consumo, especialmente el alimentario, algo que está perjudicando no solo a los propios consumidores al consumir productos procesados de peor calidad, también perjudica a los agricultores y ganaderos locales. El consumidor debería abstenerse de comprar por ejemplo los "pimientos del padrón" procedentes de Marruecos, los limones y naranjas de Sudáfrica, o la carne de Argentina. Ahora es fácil conocer la procedencia, está indicada en la etiqueta de cada alimento. Sería la mejor manera de ayudar a nuestros agricultores y ganaderos pues desplazaría los alimentos importados como está haciendo Francia. Posiblemente forzaría a que el Gobierno negociara con Bruselas acuerdos más favorables para el sector y para la economía en general del pais. Aunque comprar productos autóctonos nos supusiera pagar unos céntimos más, estaría más que justificado, además de ganar en calidad y seguridad alimenticia, ya que muchos alimentos importados son transgénicos y carecen de controles.
Luisa Vicente
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