HOY 10.02.2022, EL DÍA CON MÁS "FALLECIDOS" DE TODA LA PANDEMIA
Ayer y hoy día 11 de febrero 2022, han sido para mí los días más tristes de toda la pandemia.
Prisioneros durante casi dos años tras gruesos barrotes, y ocultos con un trapo inmundo, nido de bacterias y de nuestras secreciones bucales y nasales, creí, pobre de mí, que romperíamos las cadenas que nos ataban a las puertas del infierno.
Con más desaliento que extrañeza, compruebo que las ansias de libertad que soñábamos tener, no eran suficientes para romper los barrotes de nuestras cárceles.
Hace 72 horas que nos dieron la llave que nos permitía abrir la puerta de nuestras celdas, pero las rejas siguen cerradas para muchos. Como en la caverna de Platón, seguimos inmersos en la oscuridad sin querer ver la luz que se filtra desde el exterior.
La llave descansa en la cerradura, igual que descansan los muertos en los cementerios.
Qué loca estuve al creer que los difuntos pueden volver a la vida y reaccionar ante una ráfaga de aire fresco. Para algunos no existe frontera ni diferencia entre respirar o no respirar, estar vivo o muerto, encarcelado o libre.
Atrapados en un magma ingrávido y acuoso del que no quieren salir, caminan lentos y obedientes igual que hace dos años.
Nunca pensé que tantos difuntos vistiendo crespones, deambularan sin pena ni gloria tan cerca de mí.
¿ Cómo podré distinguir ahora los vivos de los muertos ?
Luisa Vicente
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