EL CELIBATO PRODUCE MUCHOS SACERDOTES CON MARCADAS ALTERACIONES PSICOLÓGICAS.
Pepe Rodríguez reconocido investigador de la realidad social, es autor de una docena de libros, pero el que hizo más ruido mediático fue "La vida sexual del clero" escrito en 1995, un estudio de investigación riguroso con graves conclusiones. Escribir este libro en aquella época, se convirtió en uno de los mayores escándalos, sin embargo, y pese a la censura de aquellos tiempos, el libro se distribuyó en todas las librerías para el asombro de todos y fue récord de ventas.
Rodríguez soporta su estudio en declaraciones de sacerdotes anónimos, y acompaña varios gráficos sobre el tipo de prácticas sexuales que practicaba el clero hace dos décadas ( 1.995 ) así como el índice porcentual de dichas prácticas. En su libro refiere también prácticas sadomasoquistas y relaciona a una serie de sacerdotes que las practicaron con menores.
El autor señala la absoluta falta de legitimidad evangélica del celibato obligatorio y analiza los intereses que llevan a la jerarquía católica a forzar hábitos sexuales patológicos y/o delictivos entre el clero, que obispos y ministros católicos fomentan y encubren hipócritamente, incluido todo tipo de agresiones sexuales y abusos a menores.
Según argumenta el autor, la Iglesia impuso el celibato, porque un sacerdote célibe sale más barato, que un sacerdote con mujer e hijos. La Iglesia no está dispuesta a multiplicar por tres o por cuatro el gasto de su personal religioso. Imagino que el dinero que se ahorra le resulta más rentable invertirlo en bolsa y/o en negocios oscuros y poco transparentes.
Otra ventaja añadida al celibato, está relacionado con los bienes que los sacerdotes heredan de sus familiares. Los bienes propios o heredados de un sacerdote pasan automáticamente a la Iglesia una vez fallece. En cambio si el sacerdote se casa y tiene hijos, sus bienes pasarían a su familia, mujer e hijos. Es obvio que la Iglesia no está dispuesta a perder este dinero conociendo su prevalencia a la ostentación y a la acumulación de riquezas.
El poder totalitario de la Iglesia, con estrecha alianza con todos los regímenes fascistas, incluido el franquista, hace que en lugar de dar la cara frente a los abusos a menores, los reconozca y pida perdón, como la sociedad exige, normaliza estas prácticas, y a quienes las cometen.
CÓKTEL EXPLOSIVO
Creo que la ley del celibato genera sacerdotes con marcadas alteraciones psicológicas y emocionales que se traducen en personalidades neuróticas. No es casualidad por tanto, que el cóktel explosivo de esta personalidad, los convierta en seres sumisos, serviles y enfermizamente dependientes de la Jerarquía.
El poder abusivo y dictatorial de la Iglesia sólo crea trabajadores mediocres y serviles que cuando salen de los seminarios, son incapaces de delatar los vicios y actos delictivos de sus ministros y sacerdotes. Gracias a su silencio, la Iglesia seguirá disfrutando de los favores económicos que obtiene de su servidumbre, aunque destrocen la infancia de miles de niños a los que quedan secuelas de por vida.
Se aprecia que el sexo siempre fue compañero de viaje de la Iglesia a lo largo de su historia. Es comprensible por tanto, que el Vaticano reste importancia a los abusos que desde hace siglos comete el clero con los menores. Es difícil que una orden tan autoritaria y corrupta pueda crear una Comisión de Investigación para el control y castigo con los pederastas como aseguran los medios. Me inclino a pensar que seguirá con la dinámica compensatoria de exculparlos de cualquier delito como agradecimiento a su obediencia y servilismo.
La Organización Vaticana, funciona con la misma estructura que la Mafia, por algo será que su Sede está en Italia y el Banco Ambrosiano, propiedad del Vaticano, y oficialmente es la entidad que blanquea el dinero de la Cosa Nostra y otras Organizaciones mafiosas relacionadas con el crimen, la droga y la prostitución. Como dijo el periodista Joaquín Jesús Sánchez en un artículo:
"Si le quitas la solemnidad y el misterio, la Iglesia católica, se queda en los abusos sexuales, el desfalco de capitales y los comedores sociales"
UN CAPÍTULO MÁS PARA AVERGONZARSE DE LA IGLESIA CATÓLICA
“Abusábamos de los niños sordos, éramos al menos diez”: la confesión del cura del Instituto Provolo en Verona"
El caso fue de 67 discapacitados que denunciaron haber sido abusados por curas cuando eran niños. Los abusos ocurrieron en el Instituto Provolo en Verona, una estructura presente en todo el mundo que acoge a sordomudos menores de edad procedentes de familias pobres y desfavorecidas. Todos los abusados presentaron denuncia contra los sacerdotes por violencia y acoso sexual. Los abusos habrían seguido hasta hace unos años.
Muchos de los curas acusados están muertos, otros fueron trasladados a Argentina, pero algunos todavía están vivos. Confiesa Don Piccoli en el video, que habla de al menos 10 curas implicados que abusaron de jóvenes sordomudos huéspedes del Instituto.
¿ HACIA UN CLERO GAY ?
El sacerdote Germán Robledo, de la Arquidiócesis de Cali, fue de las primeras personas en el país en denunciar casos de pederastia en el interior de la Iglesia Católica, específicamente, en la capital vallecaucana. Sus denuncias levantaron polvareda en 2010, cuando en ese año las publicó en el libro ¿Hacia un clero gay?. Señala que los arzobispos en la ciudad tenían responsabilidad de abrir investigaciones contra párrocos y diáconos pedófilos, pero no lo hicieron. Ni siquiera fueron expulsados del Clero.
Mi pregunta es sencilla:
¿ Porqué es tan difícil acabar con los abusos sexuales a menores por parte de la Iglesia Católica ?
¿ Porqués los gobiernos de todo el mundo invisibilizan el problema ?
Aclaro que para mi, ser gay no es deshonroso, lo deshonroso es que un sacerdote, sea gay o no, abuse sexualmente de un menor.
Luisa Vicente
Comentarios
El que no acepta esta realidad de la Iglesia, debería documentarse antes de desacreditar los hechos que se exponen de fuentes acreditadas, y aún mas, en los testimonios de muchos sacerdotes que los han visto, incluso vivido.
Existen tantos casos a lo largo de la historia, que negarlos o excusarlos, no hace ningún favor a nadie, y menos a los menores. Esta actitud imposibilita que la Iglesia llega a regenerarse algún día, y por tanto a que los menores puedan estar protegidos en sus colegios y seminarios.
Ocurre lo mismo con quien milita en un partido político y justifica sus corrupción porque les ha votado.
Ignorar la realidad porque nos hace daño, nos lleva a la decadencia y al retroceso.
Luisa Vicente