ANCIANOS ATADOS A LA CAMA. ESTÁ PASANDO EN RESIDENCIAS

LAS RESIDENCIAS DEBERÍAN SER UN SANTUARIO DE CUIDADOS, NO UNA  CÁRCEL,  NI UN NEGOCIO.



2016. Foto de un anciano en una residencia de Carlet que se hizo viral. Presenta sujeciones en una pierna. Cuando el caso se presentó en Fiscalía por la familia, la residencia argumentó:

"Le hemos aumentado los sedantes y le mantenemos las sujeciones. Le han salido escaras en el trasero y los talones, pero le curamos todos los días"

 Afortunadamente este anciano no perdió la vida. El Director del Centro fue cesado.


"GERENTES DE SERVICIOS SOCIALES: BASTA YA DE PASTILLAS Y DE ATAR A LOS USUARIOS" 

El pasado 22.06.2021 apareció en La Vanguardia  un  articulo con el título arriba indicado. Alertaba de las sujeciones que utilizan en  las residencias y geriátricos para inmovilizar a algunos ancianos "por su bien"

El uso de sujeciones no está prohibido ni regulado por las Consejerías de Salud en ninguna Comunidad, y origina episodios dramáticos mas parecidos a los que puedan ocurrir en la cárcel de Guantánamo que en un centro donde supuestamente "el cuidado y la protección a los mayores está por encima de todo."

Estas prácticas que producirían terror e indignación a los familiares que vieran a sus padres, o a su conyugue en tales condiciones de inmovilidad, las combate activamente CEOAMA por inadecuadas y  peligrosas que resultan para el enfermo. 

CEOAMA, la Conferencia Española de Organización de mayores,  promueve desde hace tiempo  el programa "DESATAR", e insta a las residencias y geriátricos a erradicar las sujeciones.

Antonio Burgueño Torijano, alma máter del programa DESATAR, lleva 15 años tratando de demostrar que no son necesarias, ni siquiera en enfermos con demencia senil y altheimer. 

Burgueño es médico, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Actualmente, trabaja como médico de admisión y coordinación asistencial del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, donde se encarga de la coordinación con atención primaria.


https://ceoma.org/desatar/

SE COMPROMETE A "DESATAR" 

Antonio Burgueño

Antonio  Burgueño, presenta una dilatada experiencia con personas mayores, y en esta entrevista explica cómo conseguir de manera satisfactoria desatar a los pacientes . Reta a los centros  a hacerlo con su ayuda.  

" Quién  quieran trabajar con nosotros les damos una formación especial, y les asesoramos. En un año el centro habrá  podido eliminar todas las sujeciones». 


Burgueño sabe por propia experiencia que las sujeciones es una medida innecesaria y contraproducente, ya que pueden provocar la pérdida de masa muscular, atrofias, deterioro funcional, lesiones e incluso en los casos más graves, estrangulaciones y asfixias. Afirma que si se pone empeño, se incrementa la plantilla de profesionales y se adecúa el espacio, se puede conseguir sin problemas.

CIFRAS QUE PONEN LOS PELOS DE PUNTA

La Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste) facilita estas  cifras en relación a las sujeciones:

  • En 1997 las sujeciones llegaron a aplicarse en España en el 40% de los pacientes. Era el primer país del mundo en esta práctica. Las revistas internacionales especializadas se hacían eco de ello, como la británica Age and Ageing.
  • El 13% de los ancianos que vivían en residencias de mayores en España, en torno a 290.000, según el INE, eran  atados como parte de sus cuidados diarios. Esto supone un total de 37.000 ancianos a los que se les aplicaba sujeciones físicas. Muchos de ellos padecen demencia o alzhéimer.
  • Una sujeción física con tan solo 10 o 15 minutos de uso, puede provocar que la persona sufra un trauma psicológico y estrés postraumático.
  • En 1997 España era el primer país del mundo en esta práctica
  • En otros países europeos como Islandia o Reino Unido, las contenciones mecánicas están completamente prohibidas. 
  • Suiza también implementó entre 2010 y 2015 un programa con dos facetas,  formar a personal sanitario,  y aumentar el ratio de profesionales por paciente «liberado».
  • Las sujeciones en residencias llegan actualmente al 66%  según el IMSERSO.  El 85% de ellas no están homologadas.

NO HAY EXCUSAS PARA ATAR

La excusa que alegan los centros para atar al anciano a su silla de ruedas, a un sillón, o a su cama, es que lo hacen "por su propia seguridad", sobre todo durante la noche, pues es la franja horaria con menos personal. "A veces un solo auxiliar tiene que vigilar a más de 80 ancianos" dice la Directora de un Centro de la cadena de residencias DomusVi.

Las Consejerías de Salud y las Administraciones saben que  hay poco personal en los centros, pero no hacen nada por remediarlo. Apenas realizan inspecciones, y cuando las hacen y detectan alguna  irregularidad, las multas son de risa. Por otra parte nadie les prohíbe que contraten el personal necesario para dar un buen servicio a sus residentes, el problema es que solo ven en cada anciano una jugosa fuente de ingresos, su calidad de vida y su dignidad queda en   último lugar.

Los trabajadores y auxiliares están hartos de exigir mejoras laborales en manifestaciones, y presentar quejas directas a la Administración,  pero  hacen  oídos sordos. 

Trabajadores de la residencia privada  ( mantenida con dinero público) DomusVi y Grupo 5, en Baleares, manifestándose en contra de sus pésimas condiciones laborales. Abril 2019.


"LOS ANCIANOS NO SON MERCANCÍA" El lema del Grupo DomusVi 

JOSEFINA FERNANDEZ,  UNA COMISIONISTA QUE COBRABA 700 EUROS  POR CADA ANCIANO QUE MORÍA  EN LAS RESIDENCIAS DE DOMUSVI.

 

Josefina Fernández. Consejera Delegada de DomusVi. Medalla de Oro del Círculo de Empresarios de Galicia en 2016. 

Declaraciones de una Consejera Delegada con mucha JETA, y poca HUMANIDAD 

 
“Es urgente que la población vuelva a confiar en las residencias de mayores porque es un recurso esencial e irrenunciable del Estado del Bienestar” comenta.

Esta elementa, que  no merece llamarse "señora",  es descrita así por los familiares de los residentes:

 "Traficaba con los cadáveres de los ancianos, y con los sentimientos y el desconocimiento de las familias en un momento de schok  emocional terrible"  comenta   REDE, la Asociación gallega  que representa a Familiares y Usuarios de 65  Residencias de Dependencia. 

Josefina Fernández, es la auténtica y única responsable de las decisiones que toma el grupo DomusVI en España. De hecho su firma está estampada en los documentos que unen comercialmente a DomusVi y Mémora, según la asociación REDE.

Mémora mantiene un acuerdo comercial con este grupo inversor desde el 2015, que renovó en 2018,  y es la principal funeraria de España que garantizaba una comisión de hasta 700 euros por cada familia de un residente fallecido que contratase a la funeraria.

COMISIÓN ENMASCARADA

DomusVi, el Fondo buitre denominado Geriatros anteriormente, es la principal multinacional del sector en España, y  ha hecho una buena caja con las comisiones que cobraba del genocidio perpetrado en todas sus residencias.

La comisión se enmascaraba por una supuesta “cesión de uso de espacios” en las residencias de DomusVi para que Mémora atienda a los familiares. En el acuerdo, DomusVi se comprometía a comunicar a los familiares de los residentes de sus centros los datos de Mémora y, en contraprestación, se embolsaba  una “aportación colaboracional” siempre que terminasen contratando el servicio funerario al grupo.

Como era de esperar,  DomusVi  negó la existencia de cualquier irregularidad. Alegó que únicamente ponía en contacto a ambas partes, previo consentimiento de los familiares a quienes se les ofrece un servicio externo de asesoramiento”, y que el acuerdo no tiene carácter de exclusividad “para garantizar la libertad de elección de los familiares”.

Dejar la gestión de las residencias o la prestación del servicio público en manos de fondos buitre”, no solo existe en DomusVi, existen muchas más residencias controladas por Fondos de inversión que detallaré en otro articulo.

La ardua y laboriosa investigación que hizo el periodista de investigación Manuel Rico del diario digital INFOLIBE, cuyo padre murió en una de estas residencias durante la pandemia, le llevó a escribir un libro donde tira de la manta y denuncia este negocio que avergüenza hasta el vómito. 

El libro se titula : "¡ VERGUENZA ! El ESCÁNDALO DE LAS RESIDENCIAS". Aconsejo su lectura para que conozcáis  el gran negocio de estos Fondos que siendo un negocio privado está  financiado  con dinero público, invierte  en  " el cuidado" de los ancianos, y  sus beneficios acaban siempre en paraísos fiscales, preferentemente en Luxemburgo para  evadir  impuestos.

LOS POLÍTICOS  TAMBIEN SON INVERSORES EN EL NEGOCIO DE LOS ANCIANOS

A nadie extraña que las Administraciones no se impliquen  en mejorar las condiciones de las residencias, cuando se sabe que los propios políticos invierten en estos fondos  tan lucrativos, a los que la propia Administración adjudica contratos a dedo para su explotación, y grandes sumas de dinero público.

Aunque existen muchos casos como este, cito el último  conflicto de intereses que hace tan solo unas semanas  salpicó a la nueva directora catalana de Dependencia, Montserrat Vilella, que fue obligada a vender sus acciones en 10 geriátricos. 


Montserrat Vilella, accionista en Fondos buitre y Directora General  de Discapacidad de la Generalitat.

La "señora" Vilella, actual  militante en el partido Junts per Catalunya, JXC, y perteneciente  al extinto partido Convergència Democrática de Catalunya, CDC, liderado por  el ex presidente Artur Más, le viene el enchufe y los privilegios de mucho  tiempo atrás.   

Fue nombrada el pasado 8 de Junio  Directora General de Autonomía Personal y Discapacidad de la Generalitat.  Es responsable de gestionar desde geriátricos y centros de día para la tercera edad, hasta residencias de personas con patologías de salud mental  y discapacidad. 

Vilella posee 234 acciones nominales del Institut Pere Mas, y 3.414 más de la Agrupación de Servicios Sanitarios y Asistenciales S.A. Ambas empresas gestionan 12 geriátricos y centros de día con plazas públicas y más de 300 plazas en siete residencias para personas con discapacidad. 

LOS PROTOCOLOS DEL GENOCIDIO

Aparte de la baja calidad que se advierte en bastantes residencias en  el cuidado de sus internos, se  suma la falta de interés y empatía que demuestra el Gobierno y las Consejerías de Salud,  algo que  quedó patente con "los protocolos  de la vergüenza" que firmaron los responsables de la Salud  en prácticamente todas las Comunidades.  En ellos se establecía   que los ancianos de residencias no fueran trasladados a los hospitales en el  inicio de la pandemia, cuando más lo  necesitaban.  Las residencias no son centros medicalizados, por tanto las Consejerías de Salud  sabían perfectamente que condenaban  a miles de ancianos a una muerte segura. 

TORTURA QUÍMICA CON  PSICOFÁRMACOS

Los residentes aquejados de altheimer y demencia senil son a los que más se le aplican estas  "sujeciones químicas". Consiste en atiborrar a los ancianos  de fármacos que anulan su voluntad mediante el abuso de estas drogas para someterlos.

Sobre las ataduras físicas alegan  que no hay  "otra manera de que el anciano no caiga de la cama,  o se escape de la residencia" pero  no es cierto, saben que existen otras maneras y otros métodos, igual que los hay para dejar que se les torture químicamente.

La llamada " tortura química" que sufren  en las residencias mediante  el abuso de  psicofármacos,  ansiolíticos,  sedantes  o  inductores del sueño que les suministran "para que no den la lata ni molesten", es un asunto  silenciado que no traspasa las puertas de las residencias, donde todos son cómplices de una u otra manera.
  • Estos psicofármacos  crean dependencia,  por tanto el anciano necesita dosis cada vez más altas, y  va a peor. 
  • Disminuye su  coordinación.
  • Aumenta la confusión.
  • Presentan dificultades para hablar, pensar y orientarse.
  • Les produce delirios.
  • Pierden  el equilibrio y  la memoria. 
  • Padecen  cambios bruscos de humor y otros síntomas. 
  • Si las dosis son  altas, se agrava aún más su salud,  y pueden producir:
  • Respiración lenta y superficial, estupor, y hasta la muerte por la ingesta de  benzodiazepinas,  Diazepam y Lorazepam, barbitúricos, Zolpidem, Eszopiclone y otros.  
  • Cada psicofármaco tiene un potencial distinto de dependencia, pero ninguno es inocuo.
El abuso de psicofármacos originan  historias dramáticas, cuyos protagonistas son los  ancianos que se sienten en cárceles, en lugar de sentir que la residencia es una prolongación de su propia casa, como debería ser.

RESIDENTES MAL ATENDIDOS

El resultado de una encuesta arroja que solo el 4% de los mayores ingresados en residencias están allí por voluntad propia, según revela José Manuel Ramirez,  el Presidente de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. 

El otro 96 por ciento,  que representa a miles de ancianos en España, van agotando  sus días y  arrastran sus vidas más reales,  anodinas y dramáticas en un túnel sin salida si la ciudadanía no exige cambios drásticos. Si  pasamos de todo y dejamos que todo sigua igual, les puede tocar a nuestros padres, conyugues, hermanos, y a nosotros mismos dentro de unos años. 

VOCES DE ESPERANZA PARA UN CAMBIO DE MODELO

España necesita crear unas 70.000 plazas de residencias públicas y concertadas para cubrir la demanda actual y llegar a los parámetros que recomienda la OMS. Además  en 2035, el 26,5% de la población española tendrá más de 65 años, por tanto los criterios son crear más residencias, pero con menor número de residentes, que tengan  mayor calidad y  mejores prestaciones, algo más parecido a "hogares" con habitaciones individuales  para facilitar al familiar que pase la noche con ellos, pero ante todo abolir las fijaciones y el abuso de psicofármacos. 

Las personas mayores en nuestro país deberían tener el protagonismo que merecen, no sólo por su peso demográfico,  social y económico que les correspondería, sino porque se han  tomado decisiones que les afectan  directamente sin pensar en su dignidad y en sus derechos.

En costa de Marfil, a los dementes  los sacan  de sus casas y los  trasladan  al bosque o a la selva. Una vez allí, los familiares van a verlos de vez en cuando y les llevan algo de comida y agua. En esta situación de inmovilidad  permanecen durante toda su vida hasta que mueren  de hambre, por infecciones, o por las heridas que le han producido las ataduras. 

Aquí no atamos a los ancianos a los árboles, los atamos a un sillón de ruedas o a su cama. Realmente no hay mucha diferencia entre España y Costa de Mafil

Ya es hora de cambiar los errores cometidos durante tanto tiempo con nuestros mayores. 

Luisa Vicente




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