- Tiene una superficie aproximada de 2 metros cuadrados en persona adulta.
- Un peso de 5 kilos aproximadamente.
- Un espesor de 0.2 milímetros.
- Cuatro millones de receptores para la sensación de dolor.
- 500 mil receptores para la presión.
- 150 mil receptores para la sensación del frío.
- 16 mil receptores para la sensación del calor.
- Cada centímetro cuadrado de superficie cutánea contiene unos 500 receptores sensoriales que intervienen para las sensaciones táctiles, térmicas o dolorosas.
- En cada yema de los dedos existe alrededor de 100 receptores del tacto.
La mayoría de las sensaciones son percibidas por medio de los corpúsculos, que son receptores encerrados en cápsulas de tejido conjuntivo y distribuidos entre las distintas capas de la piel.
QUÉ SON LOS CORPÚSCULOS DE MEISSNER
Estas sensaciones táctiles se agudizan cuando una persona se encuentra a oscuras y, con mayor razón, en las personas no videntes, llamado sentido estereognóstico, que es la capacidad de apreciar los menores relieves: alfabeto Braille, monedas, etc.
¿ QUÉ SON LOS CORPÚSCULOS DE RUFFINI ?
Los corpúsculos de Ruffini perciben los cambios relacionados con el alza de temperatura. Es decir, si la temperatura de un cuerpo es mayor que la nuestra se origina una sensación de calor. Se encuentran en la zona más profunda de la dermis y en la hipodermis, principalmente en las manos y en los pies.
¿ QUE SON LOS CORPÚSCULOS DE KRAUSE ?
Los corpúsculos de Krause, ubicados en la parte profunda de la hipodermis, registran la sensación de frío, que se produce cuando tocamos un cuerpo o entramos a un espacio que está a una temperatura más baja que nuestro cuerpo.
¿ QUÉ SON LOS CORPÚSCULOS DE PACINI ?
Los corpúsculos de Pacini son los receptores encargados de percibir el grado de presión que sentimos. Nos permiten darnos cuenta del peso y la consistencia y apreciar si son duros o blandos. Están ubicados en la zona profunda de la piel, sobre todo en los dedos de las manos y de los pies, pero son poco abundantes.
Por todo esto, el tacto es el único de los 5 sentidos sin el cual podríamos morir
Podemos tomar conciencia de ello, si nos paramos a pensar en la incontable cantidad de cosas que tocamos a lo largo de un día, aunque pocos de nosotros recordaremos haber tenido contacto con un objeto determinado, como lo haría por ejemplo una persona ciega.
No es de extrañar que cuando nos duele cabeza por ejemplo, dirijamos nuestras manos hacia las sienes, acariciarlas suavemente nos alivia el dolor. Cuando nos caemos y nos hacemos daño en una rodilla, también llevamos nuestras manos a esa parte dolorida. Así ocurre con todo, al hacerlo sentimos que aislamos nuestro dolor por unos instantes. Ya en el vientre materno desarrollamos un conjunto de nervios corpusculares, que nos permite recibir los impulsos de energía del amor que nos transmite nuestra madre a través de sus caricias en su barriga.
Desde el instante en que nacemos, las caricias y el tacto con amor, son las responsables de la secreción de endorfinas, sustancia que segrega el cerebro para controlar el dolor, y generar bienestar. Por eso cuando un bebé llora o se cae, la caricia de su mamó o papá le proporciona un gran consuelo. Todos podemos recordar innumerables situaciones en las que una caricia nos produjo un gran consuelo
.¿ Hay algo más sanador después de una buena llorera que un abrazo sincero ?
ENTREVISTADr. Robin Dumbar, 1947. Es antropólogo, psicólogo y biólogo evolucionista.
ABRAZOS GRATIS ( Free Hugs)
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