Ex Presidente de Catalunya Quim Torra. Inhabilitado por desobediencia |
En Barcelona, la mayoría de personas apoyan los episodios que se producen desde hace 150 días en la Avenida Meridiana, una de las principales vías de la ciudad. Radicales independentistas llevan más de cinco meses cortando la Avenida Meridiana, una vía de acceso y salida de la ciudad. Durante dos horas diarias, de 20:00 a 22:00, cuatro mil vehículos quedan atrapados por una protesta independentista. Redirigir el tráfico de coches, más nueve líneas regulares de buses que transportan a 120.000 pasajeros al día, requiere la presencia de más de 20 policías y mandos de la TMB, Transporte Metropolitano de Barcelona.
Grupo de radicales cortan una de las vías de acceso principales de entrada a Barcelona |
Aparte de este trabajo, han de intervenir también en episodios de violencia que se producen, peleas, insultos y puñetazos que la tensión origina por los atascos. Hace unos días un motorista retenido increpó a los manifestantes indepemdentistas, que respondieron de manera hostil produciéndole heridas múltiples en brazos, en nariz, y la rotura de las gafas. El número de manifestantes que oscila entre la treintena y un centenar, en función de la hora, ha hecho que la gente no salga a pasear por miedo a las trifulcas que se producen. Los comerciantes están viendo como se arruinan sus negocios por la merma en sus ventas; los taxistas tienen que aguantar las quejas del pasaje, no solo por el retraso que provoca el corte de la vía, sino también por la pérdida de dinero si ofrecen un precio cerrado a través de su app. Las familias llegan a sus casas a las tantas de la noche después de su jornada laboral. Los niños, familias y vecinos tienen alterado su horario al descanso por el ruido que producen las retenciones y los altercados en esta Avenida, en fin toda la zona se convierte en un caos.
Esta realidad existe porque la Conselleria D’Interior, con el consentimiento de la Generalitat y su Presidente Torra, que protege a los manifestantes alegando el derecho a la huelga, lleva 5 meses ignorando a los miles de ciudadanos que tienen también su derecho al descanso y a no ser perjudicados.
El señor Torra alienta a los radicales a seguir en la lucha por “la libertad” y la autodeterminación incumpliendo el artículo 14 de la Constitución: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo. religión, opinión...”. Torra ha mostrado infinidad de veces su furia verbal con insultos y descalificaciones hacia los españoles y los catalanes que no opinan como él. Su etnicismo y su desprecio excluyente a los que no se identifican con el Procés , es más que evidente, pero sobre todo es una respuesta impropia, pues está más cerca del comportamiento de un activista radical que al de un Presidente de la Generalitat.
Los líderes catalanes, lejos de condenar estos actos, se enorgullecen porque consideran que Cataluña es un país invadido por "colonos españoles” que les roba sus riquezas. De ahí viene el "apretad, apretad" que dijo Torra a los CDR en un discurso de agradecimiento, o el orgullo de la Consejera de Enseñanza, Clara Ponsati, en el mitin que hicieron al Sr. Puigdemont en Perpignan cuando dijo: "Estoy orgullosa de los jóvenes que ganasteis la batalla en la Plaza Urquinaona. Os necesitamos” La batalla a la que se refería la señora Ponsati fue la violencia y los disturbios originados en Octubre pasado en el centro de Barcelona contra la sentencia del 1- O. En esa batalla provocaron tales pérdidas, que todos los comerciantes de la zona tuvieron que pedir préstamos para restaurar los destrozos ocasionados en sus comercios. Los desperfectos urbanísticos los tendremos que asumir la ciudadanía. Aparte de todo esto, 180 ciudadanos resultaron heridos y tres agentes policiales presentaron heridas de gravedad y tuvieron que ser hospitalizados.
El alegato de un presidente de Gobierno a favor de la violencia no se puede permitir en un Estado de Derecho. Un presidente que hace apología de la fuerza y el desorden en guerrillas urbanas, debería ser obligado a dimitir ipso facto.
El Ex Presidente Torra puso como ejemplo a Eslovenia en referencia a lo que hay que hacer en Cataluña. Recordemos que en Eslovenia, durante el tránsito a su independencia, a pesar de ser un caso muy distinto al de Cataluña, hubo centenares de muertos y heridos. Según el presidente, para ser libres hay que estar dispuestos a matar.
Jair Domínguez, presentador del programa de TV-3 "Está pasant" dijo recientemente: "La historia demuestra que no hay cambios sin bombas y sin sangre. Ahora hemos descubierto que la República no se consigue con lacitos y manifestaciones, sino con sangre y fuego, ¡puta España!”.
Otra perla de Toni Alba hacia el concejal constitucionalista Manuel Valls fue: "malnacido, gusano de alcantarilla, trozo de cagarro de alcantarilla".
Pero lo más grave es que no atacan a los no independentistas por "ser peligrosos", sino por ser “ los otros", ellos mismos han separado a los catalanes en dos mitades. La fractura social que han creado en Catalunya será imposible poder revertirla.
Ser supremacista es creer que Cataluña tendrá “el maná” si se independiza. Esto justifica enaltecer la violencia de jóvenes radicales y utilizarlos como soldados para su guerra, convertirlos en máquinas de rendimiento, en masa acosante sin pausa a base de estímulos y promesas para saltarse la ley y vulnerar la integridad moral y física de "los otros". Actuar como mercenarios dopados de xenofobia hacia España y sus tradiciones, es hoy por hoy su principal objetivo.
Ante esta situación tan alarmante, pregunto: ¿Qué hacen sentados en “la mesa del diálogo” el presidente Torra y el presidente Sánchez ? ¿a qué acuerdos pueden llegar dada la tensa situación?
Más vale que Cataluña despierte y entienda que la violencia no levanta países, al contrario, los arruina. Hacer ruido para hacerse escuchar en Europa, no es la estrategia, a la vista está, nadie los ha respaldado ni ha apoyado sus reivindicaciones políticas.
Los gestores políticos deben ponerse a trabajar y a legislar, no pueden desentenderse por más tiempo de su responsabilidad. Han de imponer justicia a los ladrones multirreincidentes; erradicar los cárteles de la droga; acabar con los proxenetas que explotan a mujeres vulnerables y niños, acabar con el hambre infantil, con los guetos migratorios, proteger a los que no pueden alquilar una vivienda causa de la especulación de las Socimis, (empresas que invierten únicamente en el negocio del alquiler ) ha de suprimir embajadas, hacer colegios y guarderías, debe atender socialmente a los dependientes y ancianos, limpiar la ciudad de orines y narcotraficantes, entre otras muchas cosas. Han abandonado tanto la ciudad, que el famoso paseo de La Rambla, ha pasado a llamarse en el extranjero “la calle de la droga”.
Cataluña ha salido en portadas de la prensa internacional, pero ahora no como ciudad cosmopolita y progresista, sino como una de las ciudades más inseguras de Europa y como el mayor burdel de Europa, así se conoce a este pequeño rincón de España.
Luisa Vicente
Aquí mi artículo publicado en INFOLIBRE el 16.03.2020
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