EL
SÍNDROME DE JERUSALÉN & LOS LIDERES
DEL PROCÉS
Ex Presidente de la Generalitat Artur Mas |
Muchos de los que vivimos hoy en Catalunya sentimos que la
normalidad está patas arriba. Nos produce asombro ver como algunos CDR radicales siguen creando violencia y desorden en las calles, quemando containers, rompiendo el mobiliario urbano, papeleras, bancos, sillas de bares y terrazas, el cesped de jardines y todo lo que encuentran a su paso, sucesos que ha recogido toda la prensa Internacional, lo que desfavorece más todavía la imagen de Catalunya.
Bloquean los accesos al transporte urbano. Cortan autovías, carreteras y autopistas. Colapsan los accesos a las terminales del Aeropuerto, hecho que ha originado la cancelación de más de 110 vuelos y el consiguiente caos y desconcierto para los usuarios.
En la primera semana del 14 al 20 del pasado Octubre, quemaron 1.044 contenedores grandes, 58 contenedores pequeños y 57 árboles. Destruyeron 2.400 metros de asfalto a golpe de pico y martillo. Rompieron centenares de cristales y escaparates de comercios, y 35 marquesinas de gran valor arquitectónico. En relación con el mobiliario urbano, destrozaron 180 papeleras, 259 jardineras y varios semáforos quedaron chamuscados. El césped del carril bici del Paseo Sant Joan se tuvo que reponer en su totalidad. Quemaron 5 farolas, 3 cuadros eléctricos, 3 parkimetros, 10 bicicletas bicing, amén del gasto originado por el servicio público de 170 equipos de limpieza. Se requirieron más de 275 personas para efectuar dichas tareas, barrenderos, bomberos etc.
Se utilizaron 23 máquinas de agua a presión, varias máquinas quitanieves que arrastraron y amontonaron los trozos arrancados a martillazos de las aceras y del asfalto, aparte de 9 palas pequeñas para arrancar del suelo el plástico adherido de los contenedores quemados.
Bloquean los accesos al transporte urbano. Cortan autovías, carreteras y autopistas. Colapsan los accesos a las terminales del Aeropuerto, hecho que ha originado la cancelación de más de 110 vuelos y el consiguiente caos y desconcierto para los usuarios.
En la primera semana del 14 al 20 del pasado Octubre, quemaron 1.044 contenedores grandes, 58 contenedores pequeños y 57 árboles. Destruyeron 2.400 metros de asfalto a golpe de pico y martillo. Rompieron centenares de cristales y escaparates de comercios, y 35 marquesinas de gran valor arquitectónico. En relación con el mobiliario urbano, destrozaron 180 papeleras, 259 jardineras y varios semáforos quedaron chamuscados. El césped del carril bici del Paseo Sant Joan se tuvo que reponer en su totalidad. Quemaron 5 farolas, 3 cuadros eléctricos, 3 parkimetros, 10 bicicletas bicing, amén del gasto originado por el servicio público de 170 equipos de limpieza. Se requirieron más de 275 personas para efectuar dichas tareas, barrenderos, bomberos etc.
Se utilizaron 23 máquinas de agua a presión, varias máquinas quitanieves que arrastraron y amontonaron los trozos arrancados a martillazos de las aceras y del asfalto, aparte de 9 palas pequeñas para arrancar del suelo el plástico adherido de los contenedores quemados.
Además de todo esto, fue preciso contar con servicios de emergencias médicas, centenares de ambulancias, personal sanitario y médicos. Atendieron a 339 personas heridas en Barcelona, y 115 en El Prat, así como a centenares de personas presas del pánico y del strés.
Dichos altercados acarrearon daños privados en
comercios, incluyendo el pillaje en muchos restaurantes y comercios. El Gremio de Restauración ha estimado pérdidas por valor de:
2 millones de euros en destrozos en más de 70 terrazas dañadas por los radicales, que utilizaron su mobiliario como barricadas.
Merece referir especialmente al gasto de los cuerpos policiales, agentes antidisturbios, las 2.087 patrullas de guardia urbana movilizadas, varias unidades de bomberos, etc.
El balance final de los disturbios originados sólo en la semana del 14 al 20 de Octubre 2019 ascendió a 3100 millones de euros.
A fecha 4 de Noviembre 2019, la violencia de los radicales separatistas supera la cifra de 138 millones de euros.
En los 138 millones citados no están contemplados los quebrantos económicos colaterales a la red ferroviaria por viajes no realizados, a las lineas aéreas por la cancelación de vuelos nacionales e Internacionales, a los transportistas autónomos por las retenciones, a las empresas que no pudieron entregar sus mercancías en el plazo establecido, lo que originó problemas de toda índole a sus clientes. Se cuantifica grandes pérdidas de centenares de toneladas en mercancías perecederas, comida, frutas, verduras, pescado etc.
Todos estos actos violentos que sufre Catalunya, alentados por sus dos Presidentes, Sr. Torra y Sr. Puigdemont, aseguran con todo su desparpajo, que las manifestaciones de los CDR en Catalunya han sido y serán siempre pacíficas, algo que produce indignación y asombro.
Resulta paradógico que poco tiempo atrás, estos líderes que no condenan hoy la violencia, se sintieran atraídos por figuras bíblicas como Moisés, el Dalai Lama y otros. Recordemos al Presidente Artur Más que decía sentirse llamado a conducir a su
pueblo a "la tierra prometida" de la que brotaría
el rico maná para todos. ¿ Quizá se refería al maná del 3, 4 o 5 % ? No lo creo, ese maná no lo repartió con nadie, al revés, gran parte del dinero de sus fieles adeptos se puso en las "sacristías" de Omnium Cultural y de ANC para pagar sus multas, sus abogados y sufragar sus avales para mantener intacto su extenso patrimonio obtenido a través de suculentas comisiones por la obra pública.
Artur Más tuvo un "Honorable Maestro" que a fecha de hoy aún sigue libre, descansa felizmente en su casa de campo y sigue sin ser juzgado por su expolio a las Arcas públicas.
Joaquin Corominas |
Agustí Corominas, el gurú independentista, otro iluminado, que comparó a Puigdemont con el Dalai Lama, quedó retratado con la fase que sorprendió
a propios y extraños:
"Sin muertos la independencia de Catalunya tardará más en llegar"
Traigo a colación a estas identificaciones bíblicas y a "sus apóstoles consagrados", todos ellos sumidos en un halo místico y espiritual para referirme al llamado síndrome de Jerusalén que pocos conocen.
Se trata de una especie de psicosis o trastorno de tipo religioso. El Dr. Yair Bar, psiquiatra, identificó el síndrome como un trastorno disociativo histérico. que afecta a los turistas que viven y visitan Jerusalén. En los casos graves pueden aparecer delirios y alucinaciones.
Las personas con este síndrome se identifican con personajes bíblicos, Moisés, el
Rey David, Jesús de Nazaret o Juan Bautista y actúan imitándolos. Los hombres
tienden a emular a personajes masculinos, mientras que las mujeres imitan a personajes femeninos.
El lugar más turístico de Israel es el Muro de los Lamentos, conocido como Muro Occidental, situado en Jerusalén. Cada día, miles de personas visitan el muro, rezan, asisten a alguna ceremonia. y buscan experiencias sobrenaturales, y espirituales, especialmente pasada la media noche. El ambiente histórico y espiritual que se vive es de tal magnetismo, que las personas que padecen este síndrome, predican por las calles y plazas vestidos con túnicas y envueltos en sábanas blancas.
La
religión que profese cada uno también influye, ya que los cristianos suelen
identificarse con personajes del Nuevo Testamento, mientras que los judíos
imitan a personajes del Antiguo Testamento.
Artur Mas y su gira separatista en Israel en el muro de los lamentos. |
Pasados unos días retornan a la realidad y muchos se avergüenzan de sus comportamientos extravagantes y de no saber explicar lo que les pasó.
Se piensa que aquellos que
sufren este síndrome llegaron a Jerusalén predispuestos y, una vez allí, el
síndrome latente se despierta.
El psiquiatra Yair Bar, tras examinar a más de 400
turistas que habían sido declarados dementes, en su mayoría judíos y
cristianos, encontró algunas características comunes, por lo que llegó a identificar los síntomas que caracterizan este síndrome.
El síndrome
de Jerusalén ha sido comparado con el síndrome de Florencia o de Stendhal. Fue detectado entre los turistas que iban a
Florencia y actuaban de forma rara e irracional. Dichos turistas
presentaban vértigo, confusión, temblores, depresiones e incluso alucinaciones
después de tantas obras de arte en un mismo lugar. Sin embargo, este síndrome se
produce por la belleza de las obras de arte y de las ciudades, mientras que el
síndrome de Jerusalén se debe a la religión.
Dejo aquí la reflexión si el Procés tiene más de religión psicótica asociada a descompensaciones violentas, que a un ideario político.
Luisa Vicente
Dejo aquí la reflexión si el Procés tiene más de religión psicótica asociada a descompensaciones violentas, que a un ideario político.
Luisa Vicente
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